10 hábitos que te hacen lucir poco profesional

10 hábitos que te hacen lucir poco profesional

Aunque en la actualidad, la mayoría de las personas son inmunes a las conductas poco profesionales dentro de la oficina, no hay que dejar pasar ciertos hábitos que te hacen lucir poco profesional, pues de igual manera la buena apariencia también ayuda a que tu trabajo sea mucho mejor tomado en cuenta y notable ante los clientes potenciales.

Un ejemplo de un mal hábito casi siempre lo sacan a relucir los trabajadores nuevos, especialmente los jóvenes, que tratan de hacer amistad o compañerismo con el resto de los empleados pero de manera poco cordial, muchas veces metiéndose repentinamente en conversaciones de grupo y hablando con palabras obscenas. No hay que caer en este tipo de hábito, pues podrías llegar a perder mucho en tu carrera profesional.

Para que estés alerta en cualquier momento que lo requiera, considera estos 10 hábitos que te hacen lucir poco profesional para que los tengas en mente a la hora de presentir que podrías caer en ellos.

1. La pereza pública

Este es el primero de los malos hábitos que todo profesional debe dejar de hacer en público. Muchas veces cuando entras a alguna oficina, podrás ver a algunos empleados en sus cubículos con el cuerpo completamente estirado o con los pies arriba de la mesa y bostezando ampliamente con sonidos que se escuchan prácticamente a la otra cuadra de la oficina. Esto es de muy mal gusto para quienes están alrededor y deja mucho de qué hablar acerca de tu profesionalismo.

Un día de trabajo duro deja sus secuelas. Es evidente que quieras pasar un momento estirándote pero hazlo cuando nadie esté pasando cerca de ti, quizás puedes tomarte unos minutos para ir al baño y bostezar todo lo que necesites. Puedes lavarte la cara con agua fría para ayudar a energizarte de nuevo y tomar agua para que el cansancio vaya mermando.

2. Llegar siempre tarde

Ser puntual es una cuestión de educación y respeto. Si no puedes erradicar este problema de una sola vez entonces tienes que ir practicando poco a poco hasta que te vayas acostumbrando, pues es muy mal visto en el trabajo que siempre llegues tarde. Recuerda que puedes ganar puntos con tu jefe si estas a tiempo o cuando él lo necesite.

No tienes que dar oportunidad de que se cuestione tu ética profesional. Es ciert, todos de vez en cuando nos surge algún tipo de inconveniente y llegamos tarde, pero no tienes que hacer de ello un hábito. Cronometrar el tiempo que te tomas para alistarte, las frecuencias u horarios del medio de transporte y la distancia de tu hogar hacia el lugar de trabajo será de mucha ayuda para que sepas el lapso de tiempo estimado que necesitarás a diario para cumplir con tu horario.

3. Mirar de más

Es cierto que todos somos humanos y que los instintos básicos muchas veces nos delatan y son difíciles de controlar. Sin embargo, en un ambiente profesional debes evitar en lo posible hacer miradas matadoras a quienes ni siquiera conoces. Esto se da mayormente en los hombres, quienes se distraen mirando de abajo arriba a mujeres que van pasando por el lugar donde se encuentran, aunque también podemos encontrar que pase a la inversa pero menos frecuente.

Este hábito hace que la persona se vea poco profesional y para nada confiable. En el caso de los hombres, las personas de inmediato piensan que son machistas; en cuanto a las mujeres, pueden ser consideradas frívolas y quizás más de uno las considere poco respetables.

4. Positivismo extremo

Si hay algo que molesta en un ambiente de trabajo tenso, es un empleado que sea optimista y positivo al extremo, como si nunca hubiera un problema. Este tipo de conducta definen a personas que están prácticamente hundiéndose en algún problema que ocurra en la oficina o en el lugar de trabajo y aun así traten de ver el lado positivo.

Este tipo de hábitos socava la paciencia de los empleados. Por ello, muchas veces no toman en cuenta la opinión dela persona que haga este tipo de cosas, pues siempre tendrá algo positivo que decir aun cuando se trate de la peor desgracia que pueda estar ocurriendo.

5. Vulgaridad

Este hábito va más allá de un solo ámbito, pues se puede ser vulgar de muchas maneras, por la forma de expresarse, de vestir, de andar, de tratar a los demás, etc. Hay que cuidarnos de caer en lo vulgar, inclusive por alguna obra que ejecutemos podríamos quedar etiquetados como vulgares o grotescos.

La irresponsabilidad va acompañada de la vulgaridad en muchas ocasiones. Cuida tu área de trabajo al mismo tiempo que tu profesionalismo para que no quedes etiquetado para siempre.

6. Desorganización

Cualquier persona que reciba más de 1000 correos electrónicos al día puede caer fácilmente en esta categoría y es que con el estilo de vida actual muchos caen en el desorden, ya que el tiempo no es suficiente para muchos de los casos y los recursos no ayudan a quienes más lo necesitan.

El desorden abarca desde un escritorio totalmente revuelto hasta un itinerario al que no se le consiga la lógica. En este aspecto hay que tener mucho cuidado, pues un buen profesional es organizado en todos sus aspectos para resaltar el nivel de profesionalismo que un cliente podrá obtener de él.

7. Inarticulatividad

Este es uno de los problemas más difíciles de erradicar, porque una persona no tiene buena oratoria o escritura, aunque el hábito se dé mayormente en la oratoria. No poder articular correctamente una frase que sea clara y que transmita lo que realmente se quiere hacer llegar causará muchos inconvenientes con tu equipo de trabajo.

8. Los secretos

Esto muchas veces es causa de los mayores desastres dentro de una empresa. Un líder no puede ocultar información relevante acerca de sus empleados, alguna falla sin tratar, algún problema sin ser atendido. Cuanto más transparencia exista en un profesional será más digno de confianza en comparación con cualquier otro de mayor rango.

9. El sobrecompromiso

Este mal hábito viene mayormente de personas buenas y profesionales talentosos, muchas veces porque les encanta quedar bien con el resto de los empleados, especialmente con el jefe para poder obtener algún halago o reconocimiento. Esto es un problema porque llegará un momento, tarde o temprano, en el que como empleado no podrás cumplir o lo harás sufriendo mucho estrés.

10. El engaño y la mentira

Son bastante obvios, pueden ocasionar problemas realmente graves y son casi siempre causa de despido.

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