3 preguntas que te debes hacer antes de aceptar un trabajo adicional

3 preguntas que te debes hacer antes de aceptar un trabajo adicional

En la mayoría de los casos, las personas aceptan un trabajo adicional por la simple razón de que tienen muchas necesidades y no pueden cubrir todos sus gastos con un solo sueldo. Lo que quiere decir que lo más importante es ganar más dinero y poder sostenerse, por lo que casi nunca se tiene en cuenta el tipo de trabajo que se va ejercer, ni mucho menos las ventajas o posibilidades que ofrece.

Por lo general, las personas al aplicar para un trabajo extra no se toman el tiempo de analizarlo a profundidad y determinar si realmente lo pueden realizar sin problema, si es de su agrado, o si este les permitirá crecer como profesionales. Pues no se trata simplemente de tener un mejor sueldo, sino de contar con los conocimientos necesarios, sentirse bien con lo que se está haciendo, y sobre todo, disfrutar de los beneficios que ofrece dicha profesión.

También, es muy posible que en ocasiones las personas se sientan presionadas por las circunstancias o por sus familias y esto las lleve a aceptar un trabajo que no les gusta. Sin embargo, hay que tener cuenta que hacer una mala elección puede llevar a la persona a estresarse demasiado, a tener más problemas de lo que tenía antes de ese empleo y de este modo, terminar renunciando.

Así que si tienes una oferta de trabajo extra y aún no sabes si aceptarla o no. Te invitamos a echar un vistazo a las 3 preguntas que necesitas hacerte antes de tomar esta importante decisión.

1. ¿Cuál es mi motivación?

En este punto, la idea es que te concentres en los motivadores intrínsecos que te pueden llevar a aceptar dicho empleo. Por ejemplo, determina si reamente este trabajo refleja tus pasiones en la vida, si te sentirás cómodo al realizar esas funciones, y lo más importante, si te ayudará a aumentar tus conocimientos y a convertirte en un profesional más competente. En definitiva, lo que necesitas saber es si este nuevo empleo te hará sentir feliz y satisfecho.

Igualmente, evita a toda costa dejarte llevar por motivaciones externas como el dinero, los reconocimientos, o el estatus que tendrás al ejercer dicha profesión. Piensa en tu satisfacción personal y en tus preferencias, al final de cuentas, los demás pueden opinar lo que quieran, pero tú eres quien va a enfrentarse al trabajo. Por lo tanto necesitas estar muy seguro de tu decisión, pues el empleo es una parte muy importante de tu vida.

Por otro lado, ten presente que sentirte contento con tu trabajo, no solo es un punto a favor para tu autoestima y tu bienestar personal, sino que también es una gran ventaja para realizar un buen trabajo. Ya que si te gusta lo que haces, siempre estarás dispuesto a dar lo mejor de ti para alcanzar tus objetivos y sobre todo, estarás preparado para superar todos los obstáculos que se te presenten en el camino.

2. ¿Este empleo se ajusta a mis habilidades como profesional y a mis intereses?

Es de vital importancia que seas completamente honesto contigo mismo y determines si realmente este empleo refleja tus intereses y las habilidades que has adquirido a lo largo de tu carrera. Para que hagas bien esta tarea, es necesario que primero te tomes el tiempo necesario para identificar los aspectos que más valoras en un empleo y las condiciones laborales que te brindan seguridad y comodidad.

Por ejemplo, puede que algo que valores mucho en un trabajo, sea tener vacaciones o tiempo libre para pasar más tiempo al lado de tus seres queridos. Del mismo modo, es posible que busques una buena seguridad financiera que te brinde la posibilidad de retirarte rápido de trabajar, o que simplemente busques un buen ambiente laboral, donde todos se apoyen y formen un buen equipo. En fin hay varios aspectos que te pueden motivar mucho más a elegir un trabajo, eso sí asegurate de encontrar los correctos para que tomes la mejor decisión.

Una vez tengas claro cuáles son tus principales intereses en un trabajo, empieza a compararlos con las características del empleo que te están ofreciendo. De esta manera, te será mucho más fácil saber si verdaderamente será una buena opción para ti, o si por el contrario es necesario que busques empleo por otro lado.

3. ¿Esto es una obligación o una opción?

Para empezar, analiza si las circunstancias te obligan a aceptar dicho empleo o si tienes libertad para tomar una decisión que te haga sentir bien. Por lo tanto, piensa con cabeza fría y no te dejes llevar por tus impulsos o por las críticas que recibas de las demás personas.

Por otro lado, es cierto que en ocasiones no puedes darte el lujo de rechazar un empleo, pues hay necesidades básicas que necesitan ser satisfechas y no pueden esperar. Sin embargo, el hecho de aceptar un empleo que no te guste, no significa que en el futuro no puedas aspirar a uno mejor, incluso, es posible que ese trabajo que aceptaste te ayude a ascender y de esta manera alcanzar el puesto que tanto anhelas.

Así que es muy importante que te informes sobre las oportunidades que te ofrece este empleo extra y de este modo, puedas establecer tus objetivos, y determinar qué herramientas te pueden ayudar a conseguir lo que deseas. Si tienes la oportunidad, no dudes en preguntarle todos estos detalles a la persona que te ofrece el trabajo, o informarte con personas que trabajen en ese lugar. Esto te puede ayudar muchísimo a tomar una buena decisión.

De igual manera, cabe resaltar que si tienes un objetivo establecido y sabes perfectamente lo que necesitas hacer para alcanzarlo, tendrás mayor fortaleza y motivación para superar todas las dificultades que se te presenten en el camino. Aparte de esto, si estás motivado y no te no ves el empleo como una obligación, sino como una opción, te sentirás más a gusto en tu puesto de trabajo, te divertirás realizando tus funciones y tendrás todo bajo control.

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