7 mitos de la negociación del sueldo de tu primer empleo

7 mitos de la negociación del sueldo de tu primer empleo

Es muy posible que al momento de realizar tu primera entrevista de trabajo, el último punto del que quieras hablar sea tu sueldo. Esto porque no quieres equivocarte al pedir demasiado, y así provocar que la persona que te entreviste se enoje y no tengan en cuenta en el proceso de selección, además de que perderás todo lo que has conseguido.

Sin embargo, negociar tu sueldo es uno de los puntos más importantes en una entrevista de trabajo, sobre todo si es tu primer empleo, ya que este será un punto de referencia al momento de conseguir otros empleos. Lo que quiere decir que muchos lugares en los que vayas a trabajar en un futuro, se van a basar en tus sueldos anteriores para hacerte una oferta que esté acorde con estos. Así que no eches en saco roto la oportunidad de negociar el sueldo de tu primer trabajo.

Durante varios años, se han ido creando muchos mitos en torno a la negociación del sueldo. Lo cual ha causado que muchas personas sientan miedo a solicitar un sueldo justo y se sometan a la cantidad que les ofrecen sin decir absolutamente nada. Por esta razón, a continuación queremos darte a conocer 7 de los mitos más comunes que se han generado por este tema, y evites a toda costa caer en alguno de estos.

1. Es mi primer empleo y no tengo experiencia, así que no puedo exigir un buen sueldo

Para empezar, es importante tener en cuenta que la persona que se encarga de contratar debe realizar múltiples tareas antes de llamar a una entrevista. Entre las principales se encuentran: crear un anuncio de empleo, recibir hojas de vida, evaluar los perfiles de los candidatos, hacer un proceso de selección, entre otras. Lo que significa que si te han llamado para la entrevista es porque realmente les interesa conocer tu trabajo y tu perfil cumple con todos los requisitos para ocupar el puesto. Entonces evita pensar que por el simple hecho de no tener experiencia, no tienes ningún derecho a obtener un buen sueldo.

2. Es mi única oferta de trabajo, no puedo darme el lujo de negociar el sueldo

Evita desesperarte porque es tu única oferta de trabajo, piensa con cabeza fría y analiza bien la situación. Si bien es cierto que tener otra oferta te puede dar mayor seguridad para arriesgarte a solicitar un mejor salario, el hecho de no tener otra opción no te obliga aceptar la cantidad que ofrezcan y tampoco te impide negociar. En caso de que te arriesgues a hablar sobre tu sueldo y recibas una respuesta negativa, evita enojarte o discutir, simplemente acepta con humildad el salario que te ofrecen y demuestra con tu trabajo que mereces algo mejor.

3. Esta oferta supera mis expectativas, no hay necesidad de negociar

Si piensas esto, probablemente no estás bien informado sobre las condiciones de trabajo que pueden tener las personas con un perfil como el tuyo. Aunque la cantidad de dinero que te ofrezcan sea mucho mayor a lo que aspirabas, no te pierdas la oportunidad de negociar, no querrás que te paguen menos que otras personas que realizan el mismo trabajo. Del mismo modo, recuerda que no tienes nada que perder y en cambio si puedes ganar mucho. Eso sí procura hacer esta solicitud con el mayor respeto y sin ninguna intensión de presumir de tus habilidades.

4. Puedo buscar en internet información sobre salarios para tener una idea de cuánto puedo ganar

Ten presente que la información que puedes encontrar en internet, es muy general y posiblemente no tenga nada que ver con tu caso. Así lo más recomendable es consultes con tus redes educativas y profesionales sobre cuál sería el salario más apropiado para ti. Esto considerando que ellos conocen muy bien tu contexto y tienes información de primera mano sobre los salarios que normalmente tienen las personas con tu perfil.

De igual manera, si tienes amigos o familiares que realicen este mismo trabajo, no dudes en preguntarles cuál sería un buen sueldo para ti. Sin preguntarles directamente cuánto ganan, pues esto los puede molestar un poco y quizás no te den una respuesta certera. Finalmente, no olvides que los salarios pueden variar dependiendo de la región, así que averigua muy bien este dato.

5. No necesito informarme antes de la entrevista, lo más importante es realizar una buena negociación

Toda la información que consultes y tu preparación para el momento de la entrevista importan más de lo que imaginas. Así que evita desperdiciar tu tiempo y la oportunidad de capacitarte lo suficiente para demostrarle a la persona que te entreviste que eres el mejor candidato y que mereces un buen salario. Incluso, si tienes la posibilidad práctica la negociación de tu sueldo con un amigo o un familiar, para detectar tus errores, buscar la forma de corregirlos y encontrar buenos argumentos.

6. Debo enfocarme únicamente en lo que quiero

Siempre ve más allá de tus deseos, busca argumentos necesarios para negociar de manera adecuada tu salario. Te puedes sorprender y lo más probable es que no te arrepientas de haber solicitado un sueldo justo. Aparte de esto, vas a demostrar que eres una persona con criterio, que lucha por lo que quiere, y que nunca se rinde ante las adversidades. Lo que significa que la persona que te entreviste se quedará con una muy buena imagen de ti.

7. Si mi jefe acepta inmediatamente mi propuesta, puedo considerarme un ganador

Para empezar, es necesario tener presente que si tu jefe no te pone ningún obstáculo y simplemente se limita a conceder tu deseo, significa que no pediste lo suficiente. Por lo tanto, no conseguirás el salario que realmente mereces. Así mismo, ten en cuenta que no se trata de solicitar una cantidad exagerada, sino justa. Por esto, es muy importante que investigues muy bien los sueldos que reciben las personas que realizan tú mismo trabajo, y sobre todo que busques buenos argumentos para obtener una respuesta favorable.

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