Productividad: cómo evitar distracciones ocultas

Ser productivo no solo puede traerte beneficios en el trabajo sino también tu vida. Pues podrás cumplir con cada uno de tus deberes y no será necesario que sacrifiques tu tiempo libre para terminar con todo. No obstante, es un hecho que tu productividad puede bajar en varias ocasiones por motivos que se te pueden salir de las manos, y esto es totalmente normal.

Así que antes de criticar tu desempeño o desanimarte por no ser el más productivo, considera que no siempre las cosas están a tu favor y que las circunstancias cambian en todo momento. Por lo que debes intentar dar en todo momento lo mejor de ti pero sin estresarte demasiado o generar presiones innecesarias. Recuerda que al estar tranquilo puedes pensar con cabeza fría y tomar mejores decisiones durante tu jornada laboral.

Por otro lado, cabe resaltar que en la mayoría de los casos hay algunas distracciones ocultas que afectan de forma significativa el desempeño y productividad de un empleado, pero a veces pasan tan desapercividas que no se pueden detectar con facilidad. Entonces si estas interesado en saber cómo evitar estas distracciones y aumentar tu producitivad cada día más, ve a echar un vistazo a la información que aparece a continuación.

Revisa tu agenda e indentifica las actividades que realizas durante la jornada laboral

Para empezar a ser más productivo necesitas saber primero cuáles son exactamente las actividades que consumen tu día de trabajo. Es importante que hagas un seguimiento de varios días para que puedas identificar mucho más fácil aquellas tareas que repites con mucha frecuencia, que te toman mucho tiempo y que no te aportan mucho.

Para realizar este proceso de forma adecuada, necesitas enfocarte en identificar aquellas tareas que día a día te impiden realizar otras de mayor importancia. Por lo general, estas tareas hacen parte de tus funciones como empleado pero no te permiten ver avances significativos en tu proyectos porque te quitan mucho tiempo, y te hacen pensar que son realmente relevantes. 

Por ejemplo, es posible que en todo momento estés buscando a tu jefe para resolver dudas de tu trabajo o que te limites a contestar llamadas y correos de un montón de gente y te olivides de otros deberes. Igualmente, es posible que cuando haya algún conflicto o dificultad entre los empleados quieras entrar a brindar soluciones o que ayudes a los demás con algunas de sus tareas. 

Claro está que esto te puede ayudar a ganar puntos con tu jefe y al mismo tiempo, ayuda a que el ambiente laboral mejore, pero no siempre es conveniente dejar de hacer alguna tarea importante por colaborarle a alguno de tus colegas. Así que analiza muy bien tu caso para que empieces a darle mayor prioridad a aquellas tareas que sí te suman en tu día a día.

Haz una lista de las tareas más importantes

Una vez hayas analizado tu agenda es momento de que descartes las tareas que no te suman yde  que hagas una lista con aquellas sí te ayudarán a ser cada vez más productivo. Para esto, analiza muy bien cada uno de los proyectos que tienes a tu cargo y seleccionas las tareas más complicadas e importantes para el mismo. Apenas termines, puedes empezar a organizar tu agenda dándole prioridad a estas tareas. Ten muy presente los plazos de entrega y el tiempo que tú necesitas dedicarle a cada punto para que puedas terminar sin ningún problema.

Por otra parte, determina si las tareas que realizas diariamente te ayudan a crecer como profesional y a llevar tu carrera al siguiente nivel. Esto es muy importante no solo para que empieces a aumentar tu productividad, sino también para que tengas un excelente futuro como trabajo y como profesional. En muchas ocasiones, los empleados no se dan cuenta pero el tiempo se les pasa haciendo cosas que no les aportan nada y esta es una de las razones por las que pueden llegar a aburrirse en su trabajo. Así que la invitación es que desde ya empieces a darle un nuevo enfoque a tu trabajo para que puedas avanzar cada vez más.

Aprende a decir “No”

En muchas ocasiones tu jefe te puede pedir que le colabores a otros colegas o que te hagas cargo de algún proyecto extra que no se pudo terminar con éxito. Sin embargo, antes de aceptar alguna de estas tareas necesitas estar seguro de que tienes el tiempo suficiente para cumplir de forma exitosa con tu trabajo y para cumplir con el trabajo extra. De lo contrario, es muy posible que llegue el momento en el que todo se junte y te sea muy complicado terminar todo a tiempo. Lo que sin duda puede traerte varios inconvenientes con tu jefe y corres el riesgo de perder tu empleo.

Si bien es cierto que en muchas ocasiones no le puedes negar un favor a tu jefe, lo que sí puedes hacer es recordarle todas las tareas que tienes a tu cargo y los plazos de entrega de cada una de estas. De este modo, puedes hacerle saber a tu jefe que aunque tienes toda la voluntad de ayudarlo, se te hace muy complicado cumplir con todo. Incluso, puedes llegar a un acuerdo para modificar los plazos de entrega y tener un poco más de tiempo para realizar las tareas extra. Esto te permitirá trabajar a un mejor ritmo, con la certeza de que podrás obtener buenos resultados con tu trabajo.

Por último, ten presente que a veces los jefes o líderes tienen tantas cosas a su cargo que se les olvida la cantidad de trabajo que tiene cada empleado. Por lo que empiezan a asignar tareas extra sin saber exactamente cuál es la carga laboral de su equipo. Así que no hay ningún problema con que hables con tu jefe y le expliques la razones por las cuales no puedes hacer lo que te pide. Eso sí, hazlo de forma muy respetuosa, sin enojarte y con buenos argumentos para esta persona pueda entenderte.

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