Si lo que quieres es aumentar cada vez más tu productividad necesitas tener en cuenta que la administración de tu energía es un elemento clave en esta tarea. Así que en lugar de ocuparte de tu agenda o de tus recordatorios para no olvidar deberes importantes, asegúrate de que tu cuerpo esté bien y tengas las energías necesarias para dar lo mejor. 

Por otro lado, recuerda que la energía es una gran poder, pues cuando está en su máximo nivel sientes que puedes resolver cualquier dificultad y que estás preparado para cumplir satisfactoriamente con tu trabajo. Sin embargo, cuando tu energía es baja tu ánimo empieza a decaer y el cansancio no te permite pensar con claridad, lo que sin duda dificulta en gran medida la realización de tu trabajo.

Entonces si quieres empezar a administrar mejor tu energía y alcanzar una mayor productividad echa un vistazo a los consejos que se presentan a continuación para que tengas éxito esta tarea.

Despeja tu mente

Si siempre estás pensando en todo lo que tienes que hacer y en todos los tus asuntos personales, lo más probable es que mantengas estresado y que te sea muy difícil poner tu atención en una sóla cosa al tiempo. Por esta razón, es de vital importancia que intentes estar relajado, pensar con cabeza fría, y hacer todo lo posible para que el estrés no te gane y puedas controlarlo sin problema.

Es posible que este momento estés pensando que esto es muy difícil, pues no puedes olvidarte de tus responsabilidades y aparte, puede que ya estés acostumbrado a dividir tu atención en diferentes tareas. Claro que esto puede pasar y es posible que seas productivo haciendo varias cosas al tiempo, el punto es que tu mente va estar saturada todo el tiempo y seguramente vas a explotar en algún momento. Por esto es indispensable que te mantengas tranquilo y que intentes pensar con cabeza fría en situaciones difíciles.

Algo que puedes hacer para que tu mente no esté tan cargada y te sea más fácil concentrarte en una sola tarea al tiempo es hacer una lista de todas tus responsabilidades. Sí, de todas, de tus tareas laborales, de tus citas médicas, de los trámites que necesitas hacer en los bancos o en alguna otra entidad, etc. Una vez tengas esta lista, comienza a organizarlas por orden de importancia y establece una fecha para cada una. Luego, comienza a confirmar tus deberes, por ejemplo si necesitas pedir una cita médica, llama lo más pronto posible, si necesitas reunirte con tus colegas para resolver dudas para el trabajo comunicate cuanto antes para que sepas qué momento y qué fecha debes destinar para estos deberes. Ya con una fecha establecida y creando un compromiso podrás quitarte un gran peso de encima, pues ya sabrás que todo se va realizar en un tiempo determinado, y tu mente no va estar tan saturada.

Nunca dejes muchas tareas sin terminar

Si bien es cierto que no te puedes estancar y que lo más recomendable cuando no sabes cómo hacer alguna labor es continuar con otra para no perder tiempo, también es cierto que no puedes hacer esto todo el tiempo. Recuerda que si dejas muchas cosas sin terminar, lo único que vas a conseguir es estresarte más de lo normal y tu trabajo no quedará tan bien como esperas. Incluso, es posible que olvides algún deber importante, tratando de terminar todo rápidamente.

Así que si no sabes cómo resolver alguna situación y no puedes continuar realizando alguna tarea, ya sea porque tu jefe no está o porque no tienes los recursos suficientes, empieza con una nueva tarea. Pero evita a toda costa pasar a una siguiente tarea sin terminar la que te quedó pendiente, apenas veas a tu jefe o identifiques alguna oportunidad de obtener ayuda no dudes en acercarte para resolver tus dudas. De este modo, no olvidarás ningún deber y evitarás que el trabajo se te acumule. 

Por otro lado, es muy importante que prestes mucha atención al momento que tu jefe te dé instrucciones para realizar una tarea. Esto te permitirá saber si estás capacitado para hacer tu trabajo o si necesitas un poco de ayuda, o si algunos puntos no están del todo claros. Entonces podrás hacer todas las preguntas que consideres necesarias y tener las ideas claras para realizar tu trabajo de forma adecuada.

Cuida tu salud física y mental

Si quieres ser el mejor en tu trabajo primero debes asegurarte de que tu salud física y mental están en buen estado. De contrario te será muy difícil ser productivo y tener la energía suficiente para ser un buen empleado. Así que notas que algo no anda bien comienza a buscar soluciones y evita que dicha dificultad avance.

Para empezar, incluye en tu rutina diaria hábitos saludables como: hacer ejercicio, dormir al menos 8 horas diarias, llevar una dieta saludable, etc. De igual manera, para cuidar tu salud mental, identifica momentos del día donde puedas tomar pausas activas y alejarte un poco del estrés y los problemas. Si tienes la posibilidad ve a un lugar donde no haya mucho ruido, toma un té relajante, respira profundo y estirate un poco para relajar los músculos.

Por otro lado, evita que los problemas afecten tu ánimo y tu energía, intenta mantener la calma y no llevar las cosas al extremo. Recuerda que todo tiene solución sólo es cuestión que pienses un poco con cabeza fría e identifiques una solución apropiada. Si te desesperas, no sólo vas a fracasar en tu intento de resolver las situaciones complicada, sino que también vas a afectar significativamente tu salud mental.

Aprende a decir No

Si tienes mucho trabajo y tu jefe quiere encargarte nuevos proyectos, no tienes que acceder. Con esto sólo vas a saturarte de tareas y al final no vas a saber ni por dónde empezar, además que no vas a tener el tiempo suficiente para cumplir satisfactoriamente con tus deberes.

Ahora, puede que haya proyectos en los que deseas participar para aprender más de tu trabajo o para sobresalir más como empleado, y que esto te anime a encargarte de nuevas tareas. Y claro que es completamente válido y puede ayudarte muchísimo en tu trabajo. Sin embargo, no puedes descuidar tus responsabilidades como empleado y mucho menos puedes comprometerte con algo que no puedes cumplir. Entonces antes de aceptar cualquier tarea extra asegúrate de no afectar tu rendimiento como empleado y de tener el tiempo y la energía suficiente para realizar todo sin problema.