Subir la productividad es la meta de la mayoría de empleados. Pues esto no solo les permite cumplir satisfactoriamente con su trabajo sino que también les ayuda a generar una imagen positiva de su desempeño y compromiso con la empresa. De este modo, los empleados le pueden brindar mayor seguridad a sus jefes y convertirse en su mano derecha.
Eso sí, llegar a ser altamente productivo no es algo que se logre de la noche a la mañana y hay que trabajar de forma eficiente para alcanzar esta meta. De lo contrario, solo se perderá el tiempo tratando de destacarse por la calidad del trabajo y al mismo tiempo, siendo productivo.
Por esta razón, es de vital importancia que tú como empleado empieces desde ya a trabajar de forma inteligente y efectiva para que seas cada día más productivo y te conviertas en un excelente empleado. Así que si quieres conocer varios tips que dan los expertos para alcanzar este objetivo, no dudes en echar un vistazo a lista que aparece a continuación.
Planea tu agenda de forma realista
Como bien sabes, para ser 100% necesitas pasar un proceso donde vayas alcanzando pequeñas metas y te vayas acostumbrando a una forma específica de trabajar. Ya que si quieres cambiar las cosas de un día para otro de forma radical, solo conseguirás frustarte y lo más probable es que abandones tu meta en la mitad del camino. Así que si quieres avanzar necesitas empezar con metas que puedas cumplir, y poco a poco ir subiendo el nivel.
Por esto, es importante que al momento de planear tu agenda saques algo de tiempo para hacer una lista de todas las tareas que tienes que completar durante el día. Una vez termines esta lista, puedes empezar a seleccionar las tareas más importantes, es decir, aquellas que no puedes omitir por ningún motivo y que sí o sí deben estar presentes en tu agenda. Apenas hayas seleccionado dichas tareas, empieza a distribuirlas de tal forma que tengas el tiempo suficiente para llevarlas a cabo.
Ahora, si sabes que para algunas tareas necesitarás un poco más de tiempo y que lo más probable es que no puedas cumplir con todo, empieza a buscar soluciones. Por un lado, puedes hablar con tu jefe y hacerle ver que te queda muy complicado terminar satisfactoriamente cada una de las tareas que te pide. Y si esto no es posible, intenta pedir ayuda a alguno de tus colegas para resolver las dudas que tengas y así, logres tener mayores herramientas para hacer bien tu trabajo. También puedes revisar de nuevo tu lista y mirar si hay algo que puedas aplazar para que tus demás tareas no se vean afectadas.
Lleva un control de tu progreso
En este caso puedes descargar alguna aplicación o software donde puedas establecer metas y registrar los avances que vas teniendo. Además de que puedas visualizar las tareas donde has tenido mayores dificultades y los errores que has cometido. Eso sin duda, te ayudará muchísimo a conocerte como empleado y a planear cada vez mejor tu agenda.
De igual manera, este programa te notificará cuando hayas olvidado realizar alguna tarea importante o cuando estés atrasado en el trabajo. De esta manera, te irás organizando mejor y aprovecharás al máximo el tiempo que tienes disponible para realizar cada una tus tareas.
Eso sí, es muy importante que no te presiones demasiado y que no te frustres por no haber alcanzado tus objetivos. La idea es que vayas identificando la metodología de trabajo que mejor se adapta a tus necesidades y que te enfoques en corregir tus errores. Recuerda que se trata de aprender a ser productivo y a realizar un trabajo de calidad. Con el tiempo verás como todo va mejorando y empiezas a ver grandes avances en tu productividad. Lo más importante es que empieces a trabajar lo antes posible en esto.
Utiliza un buen calendario
En la web puedes encontrar muchos calendarios que te serán de gran ayuda para registrar tus reuniones más importantes y la entrega de tus proyectos. Así no olvidarás nada relevante y te podrás organizarte con tiempo para cumplir de manera adecuada con cada uno de tus deberes.
Del mismo modo, cabe señalar que en este calendario solo debes registrar aquellas cosas que ya están programadas y que no puedes cancelar por ningún motivo. La idea es que las tengas presentes y no te tomen de sorpresa. No necesitas agregar compromisos extra o crear nuevas tareas, lo que debes hacer es organizarte con lo que ya tienes y determinar qué tan productivo puedes ser, y si llegará algo extra si podrías llevarlo a cabo sin problema.
Por otro lado, también es importante que revises tu calendario cada día para que mires los eventos que tienes programados próximamente y los tengas presentes por si necesitas preparar alguna presentación o dar a conocer algún avance en tu trabajo. Así evitarás que se te olviden detalles importantes y podrás estudiar y prepararte de manera apropiada para tus reuniones o eventos.
Haz un rastreo de tu tiempo
Puede sonar un poco estricto, pero solo así podrás identificar las tareas o actividades que te quitan más tiempo durante el día. Lo que sin duda te ayudará a organizar mejor tu agenda y a establecer objetivos más realistas y realizables. Entonces si aún no has empezado a hacer esto, este es el momento apropiado para que lo hagas.
Igualmente, el hecho de rastrear tu tiempo y saber exactamente en qué lo estás gastando te ayudará a identificar actividades que solo consumen tiempo valioso y que no te aportan nada. Así podrás liberar tu agenda de distractores y de tareas que no te sirven para aumentar tu productividad. Además, lo mejor de todo es que tendrás más tiempo para aquellas tareas que sí son realmente importantes.
Ahora, tus hábitos no van a cambiar rápidamente, ve de a poco. Por ejemplo, si pasas mucho tiempo en redes sociales, puedes empezar por controlar el tiempo que pasas ahí e intentar entrar únicamente cuando sea necesario.