Si bien es cierto que es totalmente normal que durante tu jornada laboral sientas estrés y ansiedad por no poder terminar todas las tareas que tienes a tu cargo, la realidad es que no aprendes a controlar estas sensaciones con eficacia puedes llegar a tener muchas complicaciones no solo en tu trabajo, sino también con tu salud mental y física.
Entonces, si quieres conocer algunos de los consejos que dan los expertos a los profesionales para reducir de manera significativa el estrés y aumentar la productividad, continúa leyendo este artículo.
Identifica tus prioridades
Para esto, es necesario que hagas una lista con todas tus tareas diarias con el fin de identificar aquellas labores que sí te suman y aquellas que solo te quitan tiempo valioso. Igualmente, es necesario que analices muy bien tu jornada laboral y que mires en qué estás gastando la mayor parte de tu tiempo y las razones por las cuales no has podido cumplir de manera satisfactoria tu trabajo. De esta manera, no solo sabrás qué proyectos requieren mayor atención de tu parte sino que también quitarás de tu agenda y de tu día a día tareas o hábitos que te llevan a fracasar en el trabajo.
Establece metas
Es muy importante que aprendas a establecer metas realistas para cada día y semana. Esto te permitirá mantenerte enfocado y motivado para superar los obstáculos que se presenten y realizar un trabajo de calidad. Por esto también es muy importante que puedas conocerte un poco más como empleado, saber cuánto tiempo necesitas para realizar cada tarea, las dificultades que puedes tener para alcanzar dichos objetivos y las posibles soluciones. Esto te servirá muchísimo para planear de manera acertada tu agenda y por ende aumentar cada vez más tu productividad.
Crea un balance entre tu vida personal y tu trabajo
Si quieres destacarte por la calidad de tu trabajo necesitas tener una buena salud mental y física, mantener hábitos de sueño y alimentación saludables, hacer ejercicio y realizar actividades de esparcimiento. Tú bienestar va primero y es indispensable para que tengas la disponibilidad, energía y motivación suficientes para enfrentar tu día a día. Así que si notas que estás fallando en alguno de estos aspectos, empieza a trabajar en ello lo antes posible para que no te siga afectando.
En este punto, también cabe señalar que necesitas poner límites en tu trabajo. Pues no puedes trabajar 8 o 9 horas sin descanso y acumulando cada vez más tareas, hasta el punto de no saber ni siquiera por dónde empezar. Si es necesario, habla con tu jefe y hazle ver que tienes demasiadas cosas a tu cargo y que no puedes recibir más carga laboral. De este modo, tu jefe podrá darse cuenta de que efectivamente estás sobrecargado de tareas y que debe buscar la manera de darte más plazo para terminar o simplemente, eliminar de tu agenda ciertas responsabilidades. Igualmente, programa varias pausas activas para que mantengas una buena energía durante todo el día.
Aprende a decir «no”
Es verdad que a los jefes les encanta tener empleados con iniciativa que siempre estén dispuestos en ayudar en lo que sea necesario, y claro que deberías hacerlo siempre y cuando tengas tiempo. Si ya tienes suficiente trabajo debes evitar a toda costa comprometerte con tareas extra que no podrás realizar o que vas a terminar a medias.
Ten presente que el hecho de imponerte a ti mismo responsabilidades extra, aún teniendo muchas cosas por hacer, va a aumentar muchísimo tu estrés y te puede llevar a quedar mal con tus tareas de mayor importancia. Es decir que esto puede llegar a afectar en gran medida tu desempeño como empleado hasta el punto de perder tu empleo. Así que procura ser muy cuidadoso con este aspecto y ayuda únicamente con aquellas cosas que no afecten tu bienestar y ni tu productividad.
Llega temprano a trabajar y evita perder tiempo
Con esto conseguirás que te rinda mucho más tu jornada laboral y en caso de que tengas alguna duda o problema para realizar alguna de tus labores, tendrás un poco más de tiempo para resolverlo. Así que intenta mejorar en este aspecto para que puedas mantener una buena productividad y por ende, logres que tu estrés disminuya en gran medida.
Puede que al principio te sea un poco difícil enfocarte únicamente en trabajar y en tomar pausas activas para recuperar energías, pero si eres disciplinado en menos de lo que crees alcanzarás tu objetivo. Recuerda que además de eliminar tareas de tu agenda que no te sumen es necesario que elimines cualquier distractor que tengas cerca.