4 secretos para hacer más en menos tiempo

4 secretos para hacer más en menos tiempo

Sin duda, la productividad es una de las claves para mantenerse en un empleo. Por esto, es de vital importancia que mantengas tu agenda muy bien organizada y de este modo, sepas perfectamente lo que debes realizar en cada una de tus jornadas laborales. Esto es importantísimo para que no pierdas tiempo al llegar y no tengas que pensar en lo que necesitas hacer antes de empezar a trabajar.

Si consideras que estás perdiendo demasiado tiempo en el trabajo y que tu productividad ha disminuido de manera significativa, te invitamos a echar un vistazo a los tips que te mostramos a continuación.

1. Evita desperdiciar tu tiempo realizando tareas que no te corresponden

Si bien es importante que le ayudes a tu equipo, esto no significa que tengas que descuidar tus tareas por hacer las de ellos. Es muy posible que en la oficina te encontrarás con muchas personas que todo el tiempo están buscando a alguien que les ayude en su tareas laborales y que no son independientes en su trabajo.

Si conoces alguna de estas personas, intenta evitarla a toda costa, pues va absorber la mayor parte de tu tiempo y no podrás cumplir satisfactoriamente con tus deberes. Por esta razón, es necesario que le des prioridad a tus tareas y si te queda algo te tiempo, puedes colaborarle a uno de tus colegas.

En caso de que estés viviendo una situación similar en tu trabajo, busca el momento para hablar con esa persona sobre tu situación en la empresa, y menciónale la importancia que tiene para ti el empleo. Seguramente te va entender y ya no te pedirá tantos favores como de costumbre.

Sin embargo, si no quieres hablar de tus asuntos personales con esta persona, simplemente dile que estás sobre el tiempo y que tienes mucho trabajo. Por lo que no puedes colaborarle en sus proyectos. Pero si la persona insiste que le ayudes, dile que tienes su mismo problema y que aún no sabes cómo resolverlo, así que es mejor hablar con alguno de los superiores. Verás cómo poco a poco esta persona se irá alejando y dejará de ser un obstáculo en tu trabajo.

2. Especifica en tu agenda de forma clara lo que debes hacer cada día

Evita listar tareas confusas, que no llamen a la acción o que todavía no tengas muy claras. Si tienes alguna duda respecto a una de tus labores, consulta con tus superiores de qué se trata exactamente y luego si puedes ponerla en tu agenda. De lo contrario, perderás tiempo intentando descifrar lo que tienes que hacer y te atrasarás con otras tareas.

Igualmente, no desafíes tu memoria, escribe el mayor número detalles posibles cuando hagas la lista de tareas. Por ejemplo, si escribes de tu agenda «comunicarse con los proveedores», y no das detalles de lo que necesitas decirles. Probablemente, no te acuerdes sobre la información que debes darles. Así que ten mucho cuidado al momento de organizar tu agenda, escribe frases completas donde puedas saber perfectamente lo que necesitas hacer. De este modo, no tendrás ningún problema para cumplir con tu trabajo y realizarlo de manera adecuada.

3. Evita exigirte demasiado

Sé completamente realista con las labores que puedes realizar en tu jornada laboral. Planea tu agenda de acuerdo a tus capacidades y necesidades, evita pensar que puedes hacer todo en un solo día. De lo contrario, te vas a estresar muchísimo, no vas a saber por dónde empezar y al final bajarás tu productividad.

Aparte de esto, el hecho de exigirte demasiado puede afectar tu tranquilidad, y de paso puedes descuidar un poco tu salud. Pues ya no tendrás mucho tiempo para alimentarte y dormir bien, sino que todo el tiempo estarás pensando en los proyectos que debes entregar y únicamente te dedicarás a ellos.

Por otro lado, ten presente que es mejor ir lento pero seguro, antes que preocuparte por entregar una gran cantidad de trabajo al día, preocúpate por entregar trabajo de calidad. Esto sin duda, te ayudará a que tu jefe valore mucho más el trabajo que realizas y al mismo tiempo, a que se forme una muy buen imagen de ti.

Por esta razón, es fundamental que organices tus tareas teniendo en cuenta su importancia y el orden de entrega. Es decir, piensa en lo que debes entregar cada día para que hagas esas tareas de primeras, y evites trabajar horas extra por dedicarle tiempo a otros asuntos que no eran tan urgentes. Más bien si terminas rápido y te queda algo de tiempo, puedes adelantar las tareas del día siguiente, y así mantenerte al día con todas tus actividades.

4. Programa en tu agenda pausas activas

Esto es muy importante porque podrás mantenerte en buen estado para realizar todas tus labores. Evita creer que eres una máquina y que vas a hacer todo rápido y bien hecho, sin sentirte cansado. Durante tu jornada laboral sentirás cansancio, ganas de ir al baño, de pararte un rato de tu puesto de trabajo para estirarte y tomar un poco de aire, comer algo o simplemente hablar con alguno de tus compañeros.

Así que antes de que estas pequeñas pausas te hagan perder tiempo valioso y te obliguen a quedarte más tiempo en el trabajo para terminar tus proyectos, incluye en tu agenda momentos para descansar de la rutina laboral. Eso sí, asegurate de que estas pausas no te tomen demasiado tiempo y te hagan atrasar en tus trabajos.

Algo que te puede servir mucho es trabajar por bloques, por ejemplo por cada 50 minutos de trabajo puedes descansar 10. De este modo, no te sentirás tan agotado y aumentarás de manera significativa tu productividad. Por otra parte, puedes aprovechar este tiempo de descanso para despejar un poco tu mente, pensar con cabeza fría para solucionar tus dificultades, resolver con tus colegas las dudas que tengas o pedir su opinión sobre tu trabajo.

Para terminar, ten en cuenta que incluir pausas en tu horario laboral no solo te ayudará a recuperar energías, sino que te permitirá controlar el estés, la ansiedad y los nervios para que estos no afecten tu rendimiento.

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