Tips para evitar estrés y burnout en la oficina

En el mundo laboral, el estrés y el burnout son dos problemas comunes. Sobre todo, esto pasa cuando los empleados tienen demasiadas tareas a su cargo y poco tiempo para entregarlas, o cuando no entienden muy bien cómo realizar de manera adecuada los proyectos que tienen a su cargo y no resuelven a tiempo sus dudas. 

Ten presente que tanto el estrés como el burnout pueden afectar de manera significativa no solo tu desempeño como empleado, sino también tu salud mental y física. Así que es importante que desde ya hagas todo lo que esté a tu alcance para evitar que estos aspectos te afecten en tu vida laboral y personal. 

Los expertos suelen brindar varias recomendaciones para aquellas personas que no saben cómo controlar esta dificultad en sus trabajos y que quieren salir bien librados de esta. Entre las más importantes, se encuentran:

Establecer límites

Esto significa aceptar que hay ciertas cosas que no se pueden hacer y aprender a decir «no» cuando sea necesario. Esto te ayudará a evitar el exceso de trabajo y el estrés que puede resultar de ello. Sin contar que podrás mantener una excelente productividad y destacarte por la calidad de tu trabajo.

Del mismo modo, es de vital importancia que brindes los argumentos suficientes para justificar tu respuesta. Con esto conseguirás que tu jefe se dé cuenta de que efectivamente tienes muchas cosas a tu cargo que son muy urgentes y que tus horas de trabajo están cubiertas. Aparte, tu jefe sabrá que estás realmente comprometido con tu trabajo y que te importa tener un buen desempeño para alcanzar los objetivos establecidos.

Ahora, esto no quiere decir que siempre digas que “no” cuando te quieran asignar alguna tarea extra, pues esto también puede llegar a afectar tu imagen como empleado y causar dificultades en el trabajo. Pues a los líderes les encanta tener en su equipo personas dispuestas a colaborar en lo que haga falta y con la mejor disposición para hacer las cosas bien. Si al revisar tu agenda encuentras que tienes tiempo para dedicarle a dichas tareas y que además estas te resultan fáciles de llevar a cabo, no dudes en aceptar. 

Sentirse presionado por no alcanzar objetivos profesionales

En muchas ocasiones los empleados se imponen a sí mismos objetivos demasiado exigentes y difíciles de alcanzar. Esto lo único que hace es causar más estrés del normal y desencadenar una serie de problemas como: agotamiento mental y físico, mal humor y mentalidad negativa, baja productividad, problemas de salud, etc. 

Así que evita presionarte demasiado y ve a tu propio ritmo. Para esto, lo más recomendable sería que tú mismo analices tu jornada laboral y determines si estás perdiendo tiempo valioso en tareas que no te suman o en otro tipo de actividades que no tienen nada que ver con tu trabajo. Igualmente, identifica las tareas que tienen mayor prioridad para la empresa y dedica la mayor cantidad de tiempo a estas. También determina cuánto tiempo necesitas para realizar cada tarea de forma correcta, incluye el tiempo que dedicas a resolver dudas o a llegar a un acuerdo con tu jefe para que obtengas datos más reales. 

Una vez tengas un análisis detallado de tu ritmo para trabajar, empieza a organizar tu agenda de tal manera que puedas trabajar más cómodo y con la certeza de que estás haciendo las cosas bien. Es posible que la misma empresa ya tenga para ti una agenda establecida, pero tú mismo puedes realizar pequeños cambios en esta que te ayuden a hacer la diferencia y a sentirte más cómodo trabajando en dicho lugar. 

Por último, es mejor que establezcas pocos objetivos que sean fáciles de conseguir y que vayas aumentando la dificultad a medida que tú mismo vayas mejorando. Verás como vas a progresar en muy poco tiempo.

Tomar descansos regulares

Esto es especialmente importante para aquellos que trabajan en un ambiente de oficina estresante. Puede ser útil programar descansos regulares para que los trabajadores puedan tomar un respiro y relajarse. Esto les ayudará a recargar sus baterías y a estar listos para enfrentar el trabajo con energía.

Entonces, si eres de los que no para ni un segundo intenta cambiar este hábito cuanto antes. El hecho de tomar pausas actividad no solo te ayudará a recuperar energías, sino también a despejar tu mente y a relajarte muchísimo. Así podrás pensar con cabeza fría para resolver los problemas que se presenten en tu camino. Aparte de que estarás cuidando tu salud y te aseguras de estar bien para asumir de la mejor manera los obstáculos que surjan en tu jornada laboral.

Por otra parte, las pausas activas te permitirán recuperar tu motivación y de esta manera, mejorar la comunicación con tus colegas, creando un excelente ambiente laboral. Lo que significa que estarás menos estresado y tu jefe se dará cuenta de que siempre tienes la mejor actitud y disposición para trabajar.

Enfocarse en lo positivo

En muchas ocasiones los empleados se enfocan únicamente en alcanzar una meta y no reconocen su progreso y su esfuerzo, y cuando las cosas no salen como lo esperan se frustran demasiado centrándose únicamente en sus resultados negativos. Si bien es cierto que a nadie le gusta que las cosas fallen, no hay que dejar de lado las cosas positivas que hay alrededor de dicha dificultad. Recuerda que son precisamente tus errores lo que te ayudarán a aprender cada vez más sobre tu profesión y a progresar en tu carrera. Así que no los veas como algo malo e intenta sacar el mayor provecho de ellos para no volver a repetirlos.

Además, cuando te enfocas en lo positivo logras cambiar tu mentalidad y cuando surja un problema lo podrás ver desde distintas perspectivas para encontrar una solución eficaz. Lo que te ayudará a evitar cualquier bloqueo mental causado por el estrés excesivo y te permitirá continuar con tu trabajo sin ningún problema. Ten muy presente que la mente puede ser una herramienta muy poderosa para obtener excelentes resultados en todo lo que hagas, entonces empieza a estimularla lo antes posible para que esta funcione a tu favor.

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