Sin duda, tener discusiones frecuentes con tu equipo de trabajo te puede traer varias ventajas. Por ejemplo: este tipo de encuentros puede ayudar a que los empleados se conozcan un poco más, que mejoren la comunicación entre ellos y que empiecen a trabajar mucho más conectados. Del mismo modo, tener discusiones con tu equipo puede permitir que todos intercambien conocimientos valiosos y que el trabajo que se realice sea de mayor calidad.
No obstante, cabe señalar que el hecho de tener discusiones en el trabajo también se puede prestar para malentendidos e incluso puede causar que los empleados se peleen y por ende, el ambiente laboral se va ver afectado. Razón por la cual, es muy importante que sepas manejar muy bien las discusiones que tienes con tu equipo de trabajo para que puedas sacar el mayor provecho de estas y conseguir que el desempeño de todos mejore.
Así que si eres líder de tu equipo de trabajo y aún no tienes muy cómo afrontar las discusiones de manera apropiada y cómo conseguir que estas sean más productivas, echa un vistazo a los tips que aparecen a continuación.
Prepárate para lo peor
Si quieres evitar cualquier problema y conseguir que las discusiones con tu equipo de trabajo finalicen en buenos términos, lo mejor que puedes hacer es prepararte para las peores situaciones que se puedan presentar. De lo contrario, lo más probable es que todo se te salga un poco de las manos y que las discusiones con tu equipo no tengan los resultados que esperas.
Una vez identifiques estas situaciones incómodas busca soluciones que puedas proponer para que las cosas no pasen a mayores, y todos salgan contentos del encuentro. Por este motivo, es fundamental que conozcas muy bien a tu equipo, pues además de identificar problemas y buscar estrategias para solucionarlos, podrás conducir cada discusión de manera adecuada.
Del mismo modo, recuerda ser amable con todos tus empleados, comprensivo y sobre todo, ser muy respetuoso con lo que dices. Esto ayudará a que el equipo pueda discutir de forma más educada y tranquila, y les será mucho más fácil ponerse de acuerdo en sus asuntos.
Por último, ten muy presente que la idea de este punto no es que te asustes y pienses que tu encuentro va fallar. El punto es que busques estrategias para prevenir cualquier problema grave, pues el objetivo del encuentro siempre debe ser mejorar la comunicación con los empleados, encontrar técnicas para brindar un trabajo de mayor calidad, y a partir de esto, aumentar la productividad.
Evita a toda costa enojarte
Si te enojas perderás el control de la discusión y las cosas no van a terminar bien. Así por más que no estés de acuerdo con algo o que los empleados estén enojados, tú intenta mantener la calma. A veces puede ser mucho mejor que utilices gestos o tu lenguaje corporal para dirigirte a los empleados a que digas malas palabras o que grites. Es muy posible que los empleados al notar tu silencio y tus gestos comprendan que con enojarse no van a solucionar nada y que es necesario que todos hablen como personas civilizadas.
Ahora, tampoco se trata de que te quedes mudo y que abuses de tu lenguaje corporal. Se trata de que lo utilices en ciertos momentos de tensión para manejar un poco la disciplina del grupo. Pero si consideras que necesitas intervenir para anunciar algo importante, o si crees que debes corregir a los empleados en algo, no dudes en hacerlo.
Por otro lado, para evitar que el enojo de los empleados aumente y que la reunión pase a ser incómoda para todos, pídeles a todos que te escuchen un momento y analiza a detalle el problema. Una vez identifiques la raíz del problema, procede a buscar las evidencias y hechos y en base a estos procede proponer una solución. Por otro lado, nunca está de más que le pidas a los miembros de tu equipo que te den su opinión al respecto y que te den ideas para resolver todo en buenos términos. Así mismo, cabe señalar que durante la discusión te puedes sentir un poco enojado y esto puede impedir que pienses con cabeza fría, por lo que pedir la ayuda de tus empleados puede ser una buena idea.
Intenta terminar el encuentro de la mejor manera
Si no quieres que todos los empleados salgan enojados y decepcionados de la reunión, debes empezar por recordar que a pesar de que tú eres quien dirige la discusión no eres el dueño de la razón. Tú como todo ser humano puedes llegar a cometer algún error, y esto no está mal, lo que realmente es inapropiado es que no admitas tu error y que quieras imponer tu punto de vista. Ten presente que los empleados valoran mucho ser escuchados y contar con una persona que más que darles órdenes los guíe de manera adecuada y que los haga sentir parte importante de la empresa.
Aparte de esto, los empleados valoran mucho que su jefe reconozca sus errores y que tenga en cuenta las necesidades de todos sus empleados al momento de crear metodologías y estrategias para mejorar el trabajo que se realiza. Así que en cada encuentro valora las opiniones de tus empleados y hazles saber que tu mayor interés es el bienestar de todos.
Por otra parte, también es posible que no logres concluir en encuentro en buenos términos y que lo que planeaste para el encuentro no haya dado buenos resultados. Por lo que te recomendamos tener siempre un plan b para este tipo de situaciones, ten en cuenta que la prioridad es superar las dificultades lo antes posible. Pues si dejas que los problemas avancen luego va ser más complicado resolverlos. Si es necesario espera unos días a que los empleados estén un poco más calmados y si no tienes mucho tiempo para sentarte con ellos y buscar un acuerdo, busca a un empleado de confianza que pueda ayudarte. Dos cabezas piensan más que una y es posible que esta persona tenga una buena propuesta para resolver las cosas.