Imagina por un momento el equipo de trabajo ideal. Sería un grupo de personas responsables, con la experiencia y conocimientos necesarios para desempeñar su labor de manera adecuada. Además de que serían personas con una actitud positiva, con una buena ética de trabajo y que lleven muy bien entre ellas. Y sin duda, sería un grupo muy productivo que siempre obtiene excelentes resultados en cada uno de sus proyectos.
Este sería el equipo de trabajo que todos los líderes quisieran tener. Sin embargo, todas las personas son diferentes y no siempre pueden llevarse bien o ponerse de acuerdo, y en muchas ocasiones, la realización de las tareas se puede complicar. Por lo que los mejores equipos de trabajo no son aquellos que no tienen problemas, sino aquellos que logran superar estas diferencias y alcanzar de manera exitosa sus objetivos.
Así que si eres el líder de tu equipo aún no has logrado superar las dificultades que se presentan en este y la productividad ha disminuido significativamente, te invitamos a echar un vistazo a la lista de consejos que aparece a continuación para que tu equipo logre destacarse como uno de los mejores.
Al final de cada reunión recuerda a cada miembro del equipo las tareas que deben realizar
Es muy importante que la final de cada reunión los empleados tengan muy claro cuál es el paso a seguir y cómo lo deben desarrollar. Esto les permitirá salir de la reunión y ocuparse inmediatamente de las tareas que están a su cargo, y no perderán tiempo.
Por otro lado, si es necesario tómate algo de tiempo para asegurarte de que cada empleado entendió perfectamente qué debe hacer y cómo lo debe hacer. De este modo, podrás detectar algunas dudas y resolverlas de una vez para que el trabajo se realice sin ningún problema. Aparte de esto, el hecho de aclarar dudas y de especificar de qué se tiene que ocupar cada miembro te ayuda a ahorrar un poco más tiempo, pues no será necesario que te reúnas muy seguido con los empleados, y podrás usar este tiempo para otros asuntos importantes.
Pídele a los empleados que creen una copia de su lista de tareas
Al final de cada encuentro con tus empleados pídele a todos que usen una herramienta confiable para guarda la lista de tareas que deben realizar. Por ejemplo, pueden usar un blog de notas, aplicaciones que funcionen como una agenda, o simplemente tomar una foto de la lista. Pues en muchas ocasiones los empleados sólo se limitan a tomar apuntes a mano y estos se pueden perder fácilmente, y esto puede llevar a que el empleado olvide algunas tareas importantes y que se atrase en su trabajo.
Aparte de esto, es importante que tu también tengas un registro las tareas que debe realizar cada miembro para que no se presenten confusiones y si por algún motivo un empleado pierde la información podrás dársela sin problema. De igual manera, cabe mencionar que el hecho de que tengas un registro de las tareas de cada empleado permite que los empleados se den cuenta de que te importa el trabajo que ellos realizan y que su labor es fundamental para la empresa. Esto sin duda, causará que los empleados tengan una mayor motivación para hacer su trabajo, pues sabrán que su jefe valora lo que hacen.
Crea una buena metodología de trabajo
Si quieres que la productividad mejore necesitas tener una buena metodología de trabajo para que el trabajo fluya de manera apropiada y se puedan alcanzar fácilmente los objetivos del equipo. Recuerda que para crear una buena metodología lo primero que necesitas hacer es conocer a tu equipo, identificar sus necesidades, saber cuáles son sus debilidades y sus fortalezas. Esta información te permitirá crear una metodología que se adapte perfectamente a tu equipo, y al mismo tiempo, te ayudará a motivar a los empleados a hacer un buen trabajo.
Ahora, es importante que para crear esta metodología de trabajo pidas la opinión de tu equipo. Seguramente ellos tendrán muy buenas ideas para ofrecerte y podrás hacer un muy buen trabajo. Así mismo, recuerda que para que tu metodología funcione además de tener en cuenta las necesidades de tu equipo, necesitas establecer límites en la realización de cada tarea. Por ejemplo, hazle saber a los empleados los requisitos que deben cumplir en sus proyectos, los resultados que deben alcanzar, los plazos de entrega de sus proyectos, el hilo conductor que deben seguir, etc. Así todos estarán hablando un mismo idioma y no habrán confusiones.
por otra parte, es indispensable que realices un seguimiento de las tareas que hace cada miembro del equipo y que pidas avances. De esta manera, tendrás un mayor control del trabajo que se realiza y en caso de que se presente alguna dificultad tendrás un poco más tiempo para solucionarla y evitar que los proyectos se atrasen. Para terminar, hazle saber a los miembros de tu equipo cómo deben actuar en caso de que tengan alguna dificultad para hacer sus labores, así no se perderá tiempo y el empleado podrá cumplir con lo que se le pide.
Asigna el trabajo de manera equitativa y realista
Si quieres que todo salga bien en los proyectos que están a tu cargo necesitas asegurarte de varios aspectos: primero verifica que cada empleado tiene el conocimiento y las capacidades para hacer lo que le pides. En segundo lugar, asegúrate de que tanto el plazo de entrega como el número de tareas que están a cargo de cada miembro de tu equipo son justos y que no serán un impedimento para que el empleado tenga un buen desempeño.
En tercer lugar, identifica las tareas de mayor relevancia y distribúyelas de forma equitativa y acertada para que todos estén en las mismas condiciones. Con esto conseguirás que los empleados queden contentos con la carga de trabajo y al mismo tiempo, evitarás conflictos o malentendidos entre los miembros del equipo. Sin contar que al distribuir de forma equitativa las tareas te aseguras de que todos tendrán el tiempo suficiente para realizarlas y equipo empezará a aumentar poco a poco su productividad.