Garantizar óptimas condiciones de trabajo es fundamental en una empresa. Como parte de lo que se conoce como la cultura preventiva, los empleados que hacen vida en una compañía deben recibir formación adecuada con relación al ambiente en el que se desenvuelven, y está en manos de un buen líder brindar las recomendaciones para evitar accidentes laborales, alertando acerca de los riesgos a los que podrían estar expuestos y aclarando cualquier duda de seguridad que surja.

“Definimos cultura preventiva como el conjunto de creencias, normas, actitudes, roles y prácticas sociales y técnicas que se ocupan de minimizar la exposición de los trabajadores, directivos, clientes y público a situaciones consideradas peligrosas o nocivas”.

Para que se cumplan todas las normas que garantizarán el bienestar de cada integrante de una empresa, sea directivo, mando intermedio o trabajador, es necesario que se establezcan estrategias claves que los sensibilicen en los temas relacionados a la seguridad y la salud. No tienen por qué convertirse en materias que se cumplan por pura obligación o para salir del paso, sino que se acepten tras ser conscientes de su importancia.

Allí es donde la figura del liderazgo busca y propicia la motivación entre sus compañeros, para que estén dispuestos a aceptar y llevar a cabo todas las medidas preventivas. No se trata de mantenerlos vigilados estrictamente, sino lograr que la seguridad sea un interés en común, incluso dando la oportunidad de que participen dando sus opiniones acerca de cómo enfrentar los problemas que se susciten en el día a día. 

Algunas cualidades de un buen líder en la prevención

Ser un buen líder no es una tarea sencilla pues implica, además de la responsabilidad de hacerse cargo de tareas que otros no, desarrollar un criterio eficiente que abarque el apoyo de los demás en la toma de decisiones, basándose en la confianza que genera en ellos, todo esto como el resultado de sus acciones acertadas.

Pero el que no sea fácil, tampoco lo hace imposible. En el ámbito de la seguridad, ¿cómo un buen líder evita los accidentes laborales? Se trata de sacar a flote ciertas cualidades.  

“El liderazgo en prevención, que no es asunto que pueda improvisarse ni ponerse en marcha de un día para otro, requiere unas cualidades básicas del líder, cualidades que están orientadas, sin duda, a la búsqueda de la excelencia”.

Aprender a escuchar

Cuando se acepta que las personas son un universo de distintas ideas y formas de ver la vida, y que cada una de ellas es válida, se hace más fácil aprender a escucharlas y por lo tanto, comprenderlas. Este es un principio fundamental en el liderazgo, quien debe asumir que su trabajo no implica sólo el manejo de recursos materiales, sino el de seres humanos. Más que hablar y dictar órdenes, también es necesario escuchar las perspectivas del otro.

Compartir y explicar sus decisiones

Un buen líder no se limita a establecer directrices sin explicar los motivos, ni los argumentos. Las instrucciones deben estar acompañadas de los efectos y consecuencias que se generarán en la mejora de la seguridad y demás aspectos concernientes al ambiente laboral. Para que el grupo tome en cuenta sus decisiones e indicaciones, es fundamental la claridad en el mensaje, siempre haciendo entender que son vías para lograr condiciones eficientes.

Motivar a cumplir las metas

Metas y objetivos irrealizables no, pero sí otorgar responsabilidades acordes a las capacidades de cada quien y motivar a cumplirlas, es una cualidad fundamental en un líder. En el ámbito de la seguridad es importante que el grupo se comprometa y acepte con confianza las medidas que está recibiendo. La seguridad debe convertirse en un valor para todos, por el que se animarán a velar y cuidar, evitando las acciones que los lleven a sufrir accidentes o perjudicar su salud en sus labores.

“Que los trabajadores estén motivados a trabajar en un ambiente limpio y seguro es uno de los desafíos de los líderes de una organización. No basta tener los procedimientos en libros con letra dorada, sino lo que importa es hacer de esos procedimientos un estilo de vida en los trabajadores. La seguridad debe traducirse en prácticas y hábitos, debe ser incluso un valor en cada persona”.

El líder en la prevención de los accidentes laborales

Un buen líder evita accidentes laborales cuando su gestión en el establecimiento de las normas y medidas para que éstos no ocurran se transmite y ejecuta de modo eficaz. Los riesgos a sufrir algún daño en el trabajo, menores o mayores según sea la empresa, siempre estarán presentes en cualquier organización, es por ello que se deben tomar en cuenta todos los factores y condiciones que pudieran vulnerar el bienestar de los trabajadores y formarlos adecuadamente para que sean responsables también de las acciones preventivas.

Asimismo, más allá de la coherencia en sus palabras y la buena voluntad, en sus manos está proporcionarle a todo el grupo los recursos necesarios para que las normas se apliquen, de este modo se irá fomentando esa cultura preventiva en la que participan no sólo los altos mandos con sus directrices sino todos los que integran la empresa.

El carácter visionario es una característica implícita en un buen líder, adelantarse a las situaciones que puedan ocurrir, ver más allá de las circunstancias del día a día y detectar incluso aquellas posibilidades de mejora antes de que se susciten, es fundamental en la prevención de riesgos. Ante las dificultades, procurará mantener una actitud positiva, transmitiéndole a los demás su confianza.

En definitiva, el compromiso de una compañía con sus trabajadores se verá reflejada en la persona delegada para liderar la integración e implicación de todos en la prevención de riesgos y seguridad en el contexto laboral. Ésta decidirá la implantación de las medidas, los planes a ejecutar para alcanzar los objetivos planteados y despertará el interés en sus compañeros en conseguirlos.

A ellos, por supuesto, les exigirá con respeto y autoridad cumpliros; y los corregirá si llevan a cabo acciones erróneas que puedan arrastrar una situación riesgosa.

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