En primer lugar, es muy importante que antes de empezar a juzgar a algún miembro de tu equipo porque no hace bien su trabajo y tampoco se esfuerza por mejorar, analices cuáles de tus acciones como líder están contribuyendo a que esta persona tenga dicho comportamiento. Recuerda que un mal liderazgo puede causar que las personas de un equipo pierdan motivación y terminen volviéndose mediocres en su trabajo. Así que presta mucha atención a este punto.
Por otra parte, es cierto que hay personas a las que no les gusta su trabajo y solo lo hacen por obligación, entonces no se interesan por perfeccionar sus habilidades y tener un mejor desempeño. Si este es tu caso, habla con esta persona, averigua qué le disgusta de su trabajo e intenta reubicarlo en un puesto donde pueda desarrollar todas sus habilidades, o busca llegar a un acuerdo favorable para las dos partes.
Además de esto que acabamos de mencionar, puedes utilizar otras técnicas para que tu equipo de trabajo mejore su desempeño de manera significativa. Algunas de estas son:
1. Muéstrale a tu equipo la importancia del trabajo que realizan
Tu primera tarea como líder es verificar que cada uno de los miembros de tu equipo sabe perfectamente lo que está haciendo y por qué lo está haciendo. De este modo, todos tendrán un objetivo establecido y se sentirán mucho más motivados para dar lo mejor de sí y hacer una excelente labor en la compañía.
Por esta razón, es de vital importancia que mantengas una buena comunicación con tu equipo, que siempre estés dispuesto a resolver todas sus dudas, y guiarlos en sus labores. Además, con esto lograrás que todos tus empleados sientan que son realmente importantes para la compañía y que aprecias su trabajo.
Para terminar, busca estrategias para conectar mucho más a tu equipo con el trabajo y con los objetivos de la compañía. Para esto, puedes hacer reuniones para revisar proyectos y dar asesoramiento a los empleados, igualmente, puedes realizar actividades lúdicas que les permitan a los empleados integrarse, divertirse, y al mismo tiempo, conocer un poco más sobre la empresa.
2. Crea medidas útiles para mejorar el rendimiento de los empleados
En este punto, es importante mencionar que la mediocridad puede empezar a notarse en pequeñas cosas como ausencia en las reuniones, excusas sin argumentos válidos para no realizar un buen trabajo, falta de interés en los asuntos importantes para la empresa, incumplimiento en las entregas, entre otros. Así que procura estar siempre muy atento, a este tipo de situaciones para cortarlas de raíz y asegurarte de que no se van a volver a presentar, pues pueden afectar la empresa de manera significativa.
Por otra parte, analiza muy bien la situación de cada empleado y crea estrategias que le permitan encontrar un sentido a las tareas que realiza cada día. Igualmente, asígnale metas que estén acordes a sus habilidades y que les ayuden a perfeccionarse cada vez en su oficio. Esto no solo ayudará a que el empleado se sienta más cómodo haciendo su trabajo, sino que también te servirá para mejorar cada uno de los procesos que se llevan a cabo en la empresa y de este modo, tener mayores posibilidades de alcanzar tus metas.
3. Crea grupos de trabajo efectivos
Es posible en tengas muchos empleados en tu compañía y que no puedas estar pendiente del trabajo de todos. Por lo que es necesario que crees grupos de trabajo y asígnales tareas que estén acordes a las capacidades de cada miembro para que todos se sientan más cómodos con su trabajo.
Igualmente, asegurate que los grupos no dependan tanto de ti, sino que estén lo suficientemente preparados para resolver de manera adecuada los problemas que se crucen en su camino y sobre todo, para obtener excelentes resultados en cada uno de los proyectos. Aparte de esto, ten en cuenta que el hecho de tener empleados autónomos y responsables en su trabajo, te servirá para mejorar la productividad en gran medida y de este modo, posicionar tu empresa como una de las mejores.
Por último, cuando realices reuniones, dales la oportunidad a los empleados de contar cómo se siente, las dificultades que han tenido y las razones por las cuales se han presentado dichas dificultades. De este modo, los empleados sabrán que aprecias su trabajo y que te preocupas por su bienestar, algo realmente importante para mantener arriba el ánimo y la energía para hacer un excelente trabajo.
4. Asegúrate de que las normas se cumplan
Para empezar, el alto rendimiento por parte de los empleados es una de las normas que necesitas vigilar y sobre todo defender. Es de vital importancia que todos los empleados tengan muy clara esta regla y que siempre se esfuercen por mejorar su desempeño.
Al mismo tiempo, es fundamental que tú como líder des ejemplo de responsabilidad y efectividad en cada una de las tareas que realizas. Pues así todos se darán cuenta que estás realmente comprometido con la compañía y que estás haciendo todo lo posible para que esta progrese cada día más. Ten en cuenta, que hacerle saber las reglas a los empleados es importante, pero es aún más importante que antes de exigir les des un buen ejemplo.
Por otra parte, al promover un alto rendimiento, también estás motivando a los empleados a destacarse y a convertirse en los mejores. Lo cual te será de gran ayuda para dejar de lado la mediocridad e ir siempre más allá, sin importar lo obstáculos que se atreviesen en el proceso. Eso sí, no olvides recompensarlos por todo su esfuerzo y felicitarlos para que mantengan un alto nivel de eficiencia.